Mi madre adora estos perfumes: florales, fresquitos y muy elegantes

Hay algo casi universal en los perfumes florales, porque a pesar de que gustan siempre, no todos son iguales. Son elegantes, frescos y tienen ese toque atemporal que nunca pasa de moda. No abruman, no saturan y no cansan. Mi madre, que en sus cincuenta sabe bien lo que quiere (y lo que no), ha redescubierto en ellos una nueva forma de llevar perfume: más ligera, más sofisticada y mucho más natural.

Lejos de los perfumes dulzones y empalagosos de otras épocas, los florales de hoy en día se construyen con una armonía exquisita: rosas que no empalagan, jazmines que respiran y lirios que acarician. Son fórmulas limpias, luminosas, que combinan con todo y que encajan tanto en un desayuno al sol como en una cena con amigas. Lo importante está en saber leer la mezcla: si lleva neroli, flor de azahar o peonía, será más cítrico y vibrante; si apuesta por el nardo, el jazmín o el almizcle, tendrá una estela más envolvente que no pierde la frescura.

Para elegir el tuyo, fíjate en cómo evoluciona sobre la piel. Los buenos perfumes florales no se quedan solo en la salida: crecen, se matizan y terminan dejando una huella suave pero duradera. ¿Un consejo? Busca los que huelen a limpio y a piel cuidada. No te decepcionarán.

Guerlain Musc Outreblanc. Esta creación etérea de Guerlain combina la suavidad del almizcle con la delicadeza de la flor de azahar y la rosa de Bulgaria, formando un velo floral tan pulido como elegante. El toque empolvado de iris y ambrette lo convierte en una fragancia sutil, envolvente y con ese aire limpio que lo hace inolvidable.

Matière Première French Flower. French Flower es el perfume que huele a paseo al atardecer por un campo de nardos recién abiertos. Potente, limpio y actual, su fórmula gira en torno al nardo absoluto con un toque de flor de azahar, pera jugosa y un fondo de ambroxan que le da cuerpo sin restarle ligereza. Esta fragancia tiene ese algo especial que atrapa a quien se acerca: moderna, floral, ligeramente adictiva.

Parfums de Marly Valaya Exclusif. Su mezcla de flores blancas, almendra y maderas suaves crea una fragancia intensa, elegante y con ese punto aterciopelado que permanece todo el día. Es un perfume que no pasa desapercibido, pero tampoco abruma.

Kayali Lovefest Burning Cherry 48. La cereza ardiente, el praliné y el jazmín se mezclan con maderas ahumadas para crear un perfume envolvente, sensual y con mucha personalidad. No es un perfume de fondo de armario, es el que eliges cuando quieres que alguien te recuerde.

Chanel Coco Mademoiselle es la flor más icónica del armario perfumado. Fresco, cítrico y sensual, este clásico moderno combina jazmín, rosa y patchouli con una naturalidad brillante. Tiene ese carácter libre y femenino que lo convierte en un fondo de armario infalible: funciona de día, de noche, en vaqueros o en traje. Un imprescindible que nunca falla.

The 7 Virtues Lotus Pear. Es la fragancia floral que huele a buen ánimo. Su mezcla de pera jugosa, flor de loto, jazmín y gardenia es ligera, optimista y tiene ese frescor limpio que se siente como una camisa blanca recién planchada. Además, está hecha con ingredientes sostenibles, alcohol de caña orgánico y tiene beneficios aromaterapéuticos reales.